'Me llamo Carlos y soy el fundador de la primera casa patera española de Bristol'
Era
simplemente inevitable. Junto a la migración, llegaron las crónicas
de los expatriados. Ésta es audiovisual, y narra en clave de
documental cómo viven hacinados un puñado de españoles en un
inmueble de Bristol (Inglaterra). Alejandra, de 25 años, tomó
inicialmente posesión de un sofá. Sara, arquitecta italiana de 25, ha hecho su
primer proyecto de diseño de espacios interiores en la casa.
Otger, ingeniero catalán, vive segregado del resto de sus compañeros
españoles. En total, son
veinte.
Madrid | Diásporas / Público
El
cortometraje de 16 minutos de duración ha sido concebido y producido
por el gallego Jacobo García y el extremeño Carlos Blanco.
Está inspirado en situaciones reales, pero es un 'fake”, un falso
documental hecho con los “amiguetes” para poner algo de cachondeo
y desdramatizar un poco las experiencias de la migración. “Cualquier
espacio de esta casa es un buen sitio para dormir”, asegura Alejandra en la película.
Según
explica Carlos, el documental es la primera parte de una
trilogía que pretende retratar con sorna las experiencias a la que
con frecuencia se enfrentan los expatriados. Carlos es licenciado en Ciencias Audiovisuales y trabaja de
limpiador en un gimnasio. Jacobo estudió Publicidad y trabaja como
camarero en una agencia de catering. Ambos consiguen de momento pagar las facturas y ambos
han vivido situaciones como las que narran en el corto. En la casa que aparece en la película viven ahora dos personas: el propio Carlos y Jacobo. No obstante, el inmueble ha sido tradicionalmente lugar de acogida de otros españoles
recién aterrizados en la ciudad británica de Bristol. Hasta siete
llegaron a vivir hacinados en algún momento.
“Lo
normal -dice Carlos- es que la gente se albergue en hostales, hasta
que encuentra algo, pero la verdad es que no hay muchos y la mayoría
suelen estar llenos, así que se impone la solidaridad y el amigueo.
A nosotros, nunca nos ha importado ceder la casa a compatriotas
durante el tiempo necesario”.
La intención de los productores es dedicar la segunda entrega al tipo de trabajo que los migrantes realizan. La tercera tratará de abordar, también en clave de humor, la perspectiva inglesa de la migración. Tanto la historia personal de Jacobo como la de Carlos, son de manual. Este último terminó sus estudios hace tres años y cansado de buscar un empleo remunerado, abandonó el país. “Me fui con tres mil euros y me costó cuatro meses dar con mi primer empleo, pero ahora vivo mejor que muchos de los que se han quedado atrás, padeciendo la crisis”, concluye.
© Diásporas / Público 2015

muy bueno, suerte ...
ResponderEliminarEnorme, deberían emitirlo en esa mierda de Telecirco tiene mas vida e interés que toda la mierda que emiten con esa gentuza de plastico
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